Rubén acaba de dar el gran paso: Ha adquirido un piso para independizarse. Es un piso antiguo, con pocas habitaciones, pero con una gran cocina, ideal para una persona que vive sola. El reto en estos casos, como es habitual, es reformar la cocina sin invertir demasiado dinero, ya que una reforma integral se le escapaba del presupuesto.
Además, Rubén es bastante habilidoso con las manualidades, y quería hacer él mismo todas las reformas y arreglos que pudiese. El piso es mucho más que una vivienda para él, es un proyecto personal y quería que cada espacio fuese especial.
Rubén lo tenía muy claro: Quería una cocina en tonos blancos combinados con madera rústica, elegante y atemporal. Le gusta la luminosidad y la sencillez. Por eso, escogió un acabado en madera blanca mate para los armarios, y la madera natural para paredes y encimera.
La cocina no tiene demasiada luz natural, por lo que el color blanco, además de encajar con su estilo, es ideal para que la estancia no quede oscura y se vea más grande.
El blanco es uno de los colores más escogidos para mobiliario de cocina, ya que es atemporal, elegante y luminoso, y queda genial combinado con la madera natural. ¿El resultado? Una de las cocinas más sencillas y a la vez elegantes y encantadoras en las que hemos colaborado.
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